Siempre remojo el pollo comprado en la tienda en agua con sal. Lamento no haberlo sabido antes
Recuerdo cuando apenas comenzaba mi camino en la cocina y vi a un amigo realizar un truco que, en ese momento, me pareció extraño. Al llegar a casa con un pollo comprado en la tienda, lo sumergió inmediatamente en agua con sal. Me pregunté: ¿por qué lo hacía? Con el tiempo, descubrí que esta práctica tiene un propósito importante.
¿Qué Contiene el Pollo Comprado?
El pollo que adquirimos en el supermercado a menudo contiene sustancias químicas, hormonas y antibióticos. Estos aditivos se utilizan para conservar la frescura y prolongar la vida útil del producto, pero pueden ser dañinos si se consumen en exceso.
La Solución: Remojar el Pollo en Agua con Sal
Ahora, siempre remojo el pollo comprado en agua con sal antes de cocinarlo. Me arrepiento de no haber conocido esta técnica antes. Aquí te explico por qué es tan efectiva y cómo llevarla a cabo.
Pasos para Remojar el Pollo en Agua con Sal
- Preparación de la solución salina:
- Necesitas un litro de agua.
- Añade una cucharadita de ácido cítrico y tres cucharadas de sal.
- Remueve la mezcla hasta que la sal se disuelva por completo.
- Sumergir el pollo:
- Introduce el pollo en la solución, asegurándote de que esté completamente cubierto.
- Déjalo reposar por al menos 3 horas. Si lo prefieres, puedes dejarlo en remojo durante toda la noche para mejores resultados.
Beneficios de Remojar el Pollo en Agua con Sal
- Elimina impurezas y químicos: Esta simple técnica ayuda a remover residuos de productos químicos y otros aditivos presentes en el pollo.
- Mejora la textura y el sabor: Como beneficio adicional, el pollo se vuelve más jugoso y tierno, lo que mejora significativamente su sabor al cocinarlo.
Recomiendo esta técnica con total confianza. Desde que comencé a usarla, he notado una diferencia considerable en la calidad de mis platillos. Si aún no has probado remojar el pollo en agua con sal, te animo a que lo hagas. ¡Te sorprenderán los resultados!
